Con la llegada del buen tiempo resulta agradable ver plantas y flores en nuestra casa. Normalmente, el sitio elegido para ubicarlas suele ser el salón, dejando a un lado una de las estancias en la que más tiempo pasamos, como es la cocina, sin darnos cuenta que pueden ayudarnos a crear un ambiente diferente y acogedor.
Con un poco de ingenio e imaginación podemos elaborar nosotros mismo unos arreglos florales maravillosos, alejados del típico tiesto o jarrón.
Podemos valernos para ello de útiles que podemos encontrar en cualquier cocina: tarros de conservas, botellas de bebidas, cazos, etc., las posibilidades son infinitas y los resultados sorprendentes.